miércoles, 1 de julio de 2009

AYER Y HOY

Ayer, era inmadura, un poco indecisa, en mis decisiones muy poco precisa.
Hoy, sé lo que quiero, he aprendido de mis errores, he sobrevivido con mis pormenores.
Ayer, lloré, sufrí por amor, me condené y muchas veces me juzgué, mi autoestima en el suelo lo dejé.
Hoy, sonrio, ya no me juzgo, aprendi a valorarme como persona, a ser menos dura y más realista, ser cada dia más optimista.
Ayer, deseaba dejar de existir, no hacia el intento de avanzar, me estanqué, dejé de luchar.
Hoy, si me trazo una meta lucho hasta alcanzarla, a la vida, he aprendido a amarla, destruí la monotonía, enterré aquella joven que primero pensaba en los demás antes que en ella, que de la realidad huía.
Ayer, cuando fracasaba para mi, todo estaba perdido, me sentí insignificante, pero nunca importante, todo me costaba creerlo, nada me parecia interesante.
Hoy, si alguna vez fallo hago todos los intentos por triunfar, no dejo de luchar, vivo la realidad por más dura que sea y la acepto, sigo adelante, sobre todo, he comprendido, que si no me tengo afecto por mi misma, nadie me lo tendrá a mi, que el mundo no es perfecto.

Milly.

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